Relación entre el consumo de dulces y la dislipemia infantil

Según estudios realizados, se ha demostrado que existe una relación directa entre el consumo de dulces y la dislipemia infantil. Por eso es necesario saber, cómo el consumo excesivo de golosinas puede aumentar los valores de colesterol en los niños. Este dato es de mucha importancia, ya que no sólo es necesario controlar la cantidad y calidad de grasas ingeridas en la dieta de un niño, sobre todo si tiene predisposición a padecer de alguna dislipemia, sino también los dulces o chucherías.

Según estudios realizados, se estableció la existencia de una relación directa entre el consumo de dulces y la aparición de dislipemia infantil. Esta conclusión es importante, ya que de mantenerse en el tiempo, podría acarrear la prevalencia de enfermedades tales como obesidad, diabetes, dislipemias y enfermedades asociadas.

Los hidratos de carbono pueden ser:

• Complejos: Que se encuentran en los alimentos como los cereales, legumbres, vegetales y frutas (aunque en estos dos últimos también se pueden encontrar carbohidratos simples)

• Simples: Se encuentran en los alimentos con alta concentración de sacarosa o azúcar común, fructosa, maltosa, etc. Generalmente estos alimentos son amasados de pastelería, bollo, tartas, chucherías y golosinas.

Esta introducción es importante para entender que hidratos de carbono son más saludables para nuestro organismo. Cuando un niño consumo excesiva cantidad de dulces, golosinas o chucherías, esto puede actuar aumentando los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.

Cómo el consumo excesivo de golosinas aumenta los valores de colesterol en los niños

Cuando el organismo recibe hidratos de carbono simples en exceso, una parte de ellos se destina como combustible inmediato, el resto se absorbe, pasa al torrente sanguíneo, se transporta al hígado donde se metaboliza formando mayor cantidad de apolipoproteínas LDL y apoliproteínas VLDL, para transportar el colesterol malo y triglicéridos respectivamente, además de reducir las apolipoproteínas HDL, que transportan el colesterol bueno.

Debido a la gran exposición publicitaria a la que están sometidos los niños de hoy y a la gran “atractiva” oferta de alimentos “chatarra” existente en el mercado alimenticio, es que los niños se ven expuestos a sufrir de enfermedades, que antes tenían su aparición a edad más tardía.

Teniendo en cuenta estos estudios, es importante controlar la dieta de los niños, para lo cual no es necesario prohibir su consumo en forma rotunda, sino comer con moderación, en cantidad bajas y con una frecuencia de 1 o 2 veces en la semana. De esta forma, se puede consensuar la necesidad del niño por sentirse igual que otros niños y por otra parte, lograr su bienestar, para que pueda desarrollar todo su potencial físico y emocional.