La aneurisma como consecuencia del colesterol alto

Una de las formas de prevenir las consecuencias del colesterol alto, es conocerlas y estar informado. Por ello, en esta nota encontrarás información acerca de la aneurisma, una complicación que puede afectar el corazón.

La aneurisma es un ensanchamiento anormal de una arteria. Este ensanchamiento es parcial, ya que afecta a una porción de dicha arteria y se produce por la debilidad de las paredes de dichos vasos sanguíneos. Esta complicación puede afectar tanto al corazón, como al cerebro.

Si bien la aneurisma puede ser consecuencia de una enfermedad congénita, también puede producirse como complicación de ciertos factores de riesgo cardiovascular, como por ejemplo el colesterol alto.

Cuando el colesterol LDL o malo aumenta en sangre y estos valores se mantienen por mucho tiempo, puede producirse una acumulación de dicha grasa en las paredes internas de las arterias, produciendo una placa de ateroma. Esta placa debilita la pared arterial, y el flujo de sangre puede presionar tanto estas paredes, que termine provocando la aparición de una aneurisma.

Si bien la causa es la ateroesclerosis, la hipertensión arterial y el cigarrillo pueden desencadenar la aparición de la aneurisma.

La aneurisma no presenta síntomas específicos que puedan alertar su presencia, por ello es importante prevenirla; y una de las mejores formas de hacerlo es reduciendo los factores de riesgo como por ejemplo el colesterol alto y la hipertensión arterial, entre otros.

Una vez que la aneurisma está instalada, puede ser necesario recurrir a un tratamiento quirúrgico, ya que existe el riesgo de que la arteria se rompa.

Lamentablemente son muchas las consecuencias negativas, incluida la aneurisma, de tener el colesterol alto, y los grandes perjudicados son el corazón y el cerebro.

Por ello, si quieres prevenir la hipercolesterolemia, hazte una analítica en forma periódica que mida tu concentración de colesterol. Por otro lado, si sufres de hipercolesterolemia, haz dieta, mantente en movimiento y respeta el tratamiento médico. Estas tres sugerencias te permitirán reducir factores de riesgo que perjudiquen tu salud cardiovascular. ¡No lo olvides, la prevención depende de ti!