Aceite de palma para reducir el colesterol

Cuando se sufre de hipercolesterolemia es necesario reducir el contenido graso de las comidas y sustituir las grasas saturadas por insaturadas. Uno de los alimentos indicados para lograr este objetivo es el aceite de palma, el cual posee propiedades especiales para reducir el colesterol.

Algo tan sencillo como reemplazar las grasas de origen animal por aceites de origen vegetal, puede ayudar a reducir la concentración plasmática de colesterol.

Existen una gran variedad de aceites de origen vegetal, dentro de la misma es posible encontrar el aceite de palma, el cual posee propiedades y otorga beneficios para tratar la hipercolesterolemia.

El aceite de palma se obtiene de la fruta de la palma, planta originaria de África.

Composición química del aceite de palma

• 40-48 % ácidos grasos saturados, principalmente ácido palmítico.
• 37 – 46% ácidos grasos monoinsaturados, principalmente oleico.
• 10 % ácidos grasos poliinsaturados.

Características organolépticas

• Es estable a altas temperaturas, lo cual lo hace ideal para frituras.
• Tiene menos tendencia a producir humo y espuma.
• No aporta un aroma característico, el cual no interfiere el sabor original del alimento.

Propiedades del aceite de palma para hipercolesterolemia

• Reduce la concentración de colesterol malo o LDL, gracias a su contenido en tocoferoles y tocotrienoles. Estos evitan la oxidación de colesterol a nivel hepático.
• Gracias a su contenido en alfa y beta carotenos, actúa como antioxidantes, mejorando la actividad celular y el metabolismo lipídico.
• Posee una composición equilibrada de ácidos grasos, lo cual es muy importante ya que aporta lípidos necesarios para reducir colesterol y triglicéridos. Evitando la formación de placas de ateroma a nivel de las paredes arteriales.
• Tiene un efecto antitrombótico, reduciendo la coagulación de la sangre.

Si tienes hipercolesterolemia, incluir el aceite de palma en una dieta para reducir el colesterol, es una alternativa saludable.

Recuerda que una alimentación rica en fibra y pobre en grasas saturadas ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, derivadas de las altas concentraciones de colesterol y triglicéridos.